El derecho a la privacidad…

Marvin G. Soto
3 min readApr 22, 2019

Partamos del hecho de que la privacidad es un derecho, no un privilegio… por otro lado, no es una preocupacion reciente… fijense que el 15 de diciembre de 1890, -si leyo bien 1890-, Samuel D. Warren; Louis D. Brandeis, escribieron en la “Harvard Law Review” un articulo llamado “The right to privacy”, preocupados por cómo los paparazzi de la época desplegaban una nueva y poderosa tecnología llamada cámara.

“Las invenciones recientes y los métodos de negocios llaman la atención sobre el próximo paso que se debe tomar para la protección de la persona”, escribieron. Las “fotografías instantáneas” y los “numerosos dispositivos mecánicos” amenazaron con recopilar y difundir información personal. Argumentaron que todo el mundo tenía un “derecho a que lo dejen en paz”.

El ensayo es notable por ampliar el concepto legal de privacidad al incluir el más nebuloso sentido de nuestra privacidad. Interesante que este postulado haya vuelto más casi 130 años despues. Hoy dia, el poder y la ubicuidad de la Internet han dado lugar a violaciones a la privacidad en una escala que habría sido inimaginable para los victorianos.

El escándalo de Cambrige Analytics -una de las mas grandes violaciones a la privacidad-, puede verse como un solo ladrillo en un muro de desconfianza que se ha acumulado entre los ciudadanos y las tecnologías que utilizan, especialmente cuando los servicios monetizan los datos de sus usuarios a traves de la venta de bases de datos para fines publicitarios y de consumo de contenidos.

Para colmo, el “derecho a ser dejado en paz” es ahora un derecho por el que se debe pagar. Servicios de seguridad para el consumidor, tales como Safe Shepherd, un servicio de protección de la privacidad que borra la información del usuario de las bases de datos de marketing; TrustedID, que ayuda a detectar el riesgo de robo de identidad y controla el uso de la información personal; y miles de nuevas empresas que ofrecen correo electrónico cifrado, mensajes y navegadores, servicios que segun Gartner haran que el gasto mundial en software alcance más de $ 6,6 mil millones en 2019.

Estos servicios reflejan el creciente valor de la privacidad, la cual ya no se ve como un derecho, sino como un bien de lujo.

La privacidad hoy dia es un extra, algo para ser aceptado y pagado. Y aquellos que siguen utilizando plataformas “gratuitas” de publicidad, porque no comprenden los riesgos de revelar datos personales o no pueden pagar un extra por la privacidad, se encuentran en el lado equivocado de la nueva brecha digital.

Este tipo de discriminación efectiva contra las comunidades de bajos ingresos no es nada nuevo, y tampoco lo es la invasión de su privacidad.

La vigilancia invasiva, las pruebas de drogas en muestras de orina, las pruebas de ADN de sus hijos, la captura de huellas dactilares, la biometria en servicios de inmmigracion, la recolecion de boronas digitales, etc., dejan entrever una implicación esperada: que los menos privilegiados renuncien a su privacidad para recibir servicios básicos y que Internet, a pesar de las promesas de neutralidad e igualdad, no es un refugio de esta regla.

“Mientras pienso en el futuro de Internet”, escribió Zuckerberg, “Creo que una plataforma de comunicaciones centrada en la privacidad será aún más importante que las plataformas abiertas de hoy. La privacidad le da a la gente la libertad de ser ellos mismos y conectarse de forma más natural, por eso construimos redes sociales”.

La creciente segmentacion de la privacidad digital es preocupante, lo más alarmante no es que la privacidad se esté convirtiendo en un producto de lujo, sino que se considere un producto; en primer lugar.

“La norma no debe ser que tengas que protegerla como si tuvieras que poner una pared alrededor de tu casa”, dice Cavoukian: “La casa te pertenece. La información le pertenece a usted, y no deberían simplemente tomarla a su antojo”.

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Marvin G. Soto

Pensador, innovador, luchador, enamorado de su profesión, apasionado por las letras… de dificil renunciar y lejano a rendirse…